La palabra japonesa «OSU» es sinónima de perseverancia y abnegación, siendo el fundamento de Kyokushinkai. Así Osu, significa «aguantar bajo presión», implica la fuerza de voluntad necesaria para resistir hasta el límite, es como una llamada al interior de cada uno para aguantar, luchar y superar de este modo las debilidades de la condición humana.
Así los entrenamientos deben realizarse en el espíritu de Osu, de forma que las responsabilidades que el individuo tiene en la vida diaria sean asumibles sin dudas, preocupaciones o temores en su interior.
Mientras que para los occidentales es fácil parar cuando se complican las cosas, los Japoneses sólo saben que tienen que seguir y perseverar. Cuando uno experimenta el dolor en el entrenamiento no debería ser una señal para detenerse, sino una oportunidad para superarse por medio de la perseverancia.
Incluso el principiante que, aún, no comprende de las exigencias de los entrenamientos, debe ser consciente que debe perseverar y poner fuerza de voluntad para obtener avances físicos, mentales, espirituales y emocionales. Para ello cultiva esa perseverancia cuando se propone pequeños desafíos, como una flexión más u otra sentadilla antes de parar, así el entrenamiento tiene como principio vital el desafío de si mismo. Lo único que se requiere es ese empeño especial. El Instructor sabe quién lo intenta y quién no. Incluso la gente que posee talento natural es difícil que destaque sin esfuerzo. Por otra parte si a uno le falta ese talento natural pero posee fuerza de voluntad, progresará por medio de un esfuerzo constante en los entrenamientos. Con empeño y voluntad de seguir luchando, el interior de uno se vuelve más receptivo, así el que tiene perseverancia carece de egoísmo.
E1 combate de contacto no existe en muchas Artes Marciales, sin embargo es necesario para afrontar nuestros defectos psicológicos, cuando uno se retuerce de dolor, más a menudo es el ego y no el cuerpo el que se dobla. ¿Cómo se puede apreciar la resistencia física y mental sin la experiencia del combate real?, ¿Que puedes pensar cuando golpeas al adversario, creyendo que lo vas a tumbar y él sigue impasible de pie, con la sonrisa en su cara? Cuando uno supera su propia debilidad, entonces, superar al adversario será más fácil.
Existe un dicho japonés que simboliza la necesidad de perseverar en todo momento «Ishi no ue ni san nen»: «tres años sentado en una roca», Sosai Oyama ha dicho que en Kyokushinkai, esto debe cambiarse a «Sekijo ju nen»: «10 años sentado en una roca», este simil quiere simbolizar que, si una persona es capaz de realizar una acción que comporta sacrificio, un practicante de Kyokushinkai la debe realizar con suma facilidad, ya que en su entreno es normal la superación de uno mismo, por lo que debe aspirar a realizar acciones mucho más difíciles de realizar, así no se debe uno inquietar por los golpes de la adversidad, ya que se necesita una disposición luchadora para conseguir algo.
El Maestro Oyama es fiel ejemplo de ese Espíritu de Perseverancia, «después de un largo silencio, mire fijamente a la botella, su mano abierta se acerca hacia ella con la velocidad del rayo y en el momento de tocarla, cierra la mano al tiempo que la retire, llevándose un trozo, dejando un hueco lateral por donde sale el líquido, el impasible, sigue mirando la botella». (Durante sus exhibiciones en Estados Unidos, en los años 60, le apodaron con el nombre de«The Godhand», «La mano de Dios», por sus espectaculares rompimientos).